17 jul 2009

tú me, yo te

tú me risotadeas y me atontadeas

tú me bloqueadeas, me encantadeas, me gustadeas

yo te carcajadeo, te observadoreo, te entrecejaycejadeo

tú me nerviosadeas

yo te verborragiqueo

tú me sonrisadeorejaaorejadeas

yo te timideo

tú me risueñadeas, me pavotadeas, me estupidadeas

yo te pensativeo, te extrañandotedeo

tú me ojosmieleseas

me sonrisapreciosadeas

me pielblancadeas

me lindapersonadeas

tú me...

meencantadeasmegustadeasmebloqueadeasmematadeas

y yo quisiera poder tegustodearte, besoenlabocadearte, meencantasadearte...

14 jul 2009

es sólo una cuestión de actitud


tengo una cabeza que corre a la velocidad de la luz, que concibe las palabras a la misma velocidad, sin detenerse a pensar en las consecuencias. 

pero tengo algo más. oh sí. 

podés negarlo, podés dudar, o podés aceptarlo. 

pero hay algo que hace que te voltees y me mires. a pesar tuyo, a pesar de la gente, a pesar de mí; sobre todo porque tengo un no estampado en la frente, que pide a gritos que vos digas 

en el ínterin, yo ya perdí la cabeza. sigo buscando comprender, entender, descifrar. 

pero, en su lugar, sólo te miro en el momento en que me estás mirando. y callo en el momento justo, para escuchar una frase ambigua que me deja dudando. 

dudando, siempre dudando... 

y cierro los ojos. estoy harta de dudar. ¿acaso es duda? ¿o es que estoy harta de ser tan cobarde? de saber que la respuesta al acertijo tiene un precio, y ese precio es que yo tome las riendas de mi razón desbocada y me anime... a preguntar... a proponer... a decidir... 

en su lugar, me acerco más de lo que debería, en el estómago un vuelco porque no te alejás y avanzo hasta donde el coraje me lo permite. te miro a los ojos, directamente en el centro de cada iris e intento

(oh, necesito)

leerte. pero sos tan maliciosamente misterioso e impenetrable que, una vez más, me quedo en blanco. te miro desconcertada, sin las respuestas que podrían sanar el gran signo de interrogación que tengo lacerándome la cabeza. 

y soy yo quien da el paso hacia atrás. 

pero hay algo en tus ojos. sí, dicen

(¿por qué tuviste que echarte atrás?)

algo que tampoco puedo leer. dicen

(yo tampoco me animo a avanzar más allá)

que es mejor así, tal vez. 

y te vas. y sí, tenés que irte. 

porque las preguntas que no se hacen, no tienen respuesta. bah, sí las tienen. pero ésas son justamente las preguntas que no me animo a preguntar y, de esa forma, soy yo quien no obtiene respuestas. 

pero las respuestas están. 

sí o no.

por supuesto o de ninguna manera. 

era hora u ojalá nunca hubieras preguntado eso. 

pero están.

sólo que no son sólidas, no son audibles. 

porque mis preguntas son tan, demasiado, desesperadamente abstractas. 

24 jun 2009

besarte

en verdad siento que podría besarte.

sortear la escasa distancia entre tu boca y la mía, y besarte.

dar ese paso que separa tu cuerpo del mío, acariciar tu cuello con una mano, sentir tus brazos alrededor de mi cuerpo, y besarte.

callar las palabras con las que lleno mi cobardía, y besarte.

decir lo que vos no te animás a decir, y besarte.

franquear lo infranqueable, sondear lo insondeable, y besarte.

volver sólidas las frases que no me animo a interpretar, y besarte.

finalizar mis intentos mediocres de tenerte cerca, ya no situar mi boca a un costado, y besarte.

besarte, besarte, besarte...
hasta que se me gasten los labios,
hasta que me pidas por favor que pare...

besarte, besarte, besarte...
despertar mi valentía, acallar mi cobardía,
mirarte a los ojos y sentir que las palabras sobran,
porque lo único que quiero hoy, ahora, ya,
es besarte.

10 may 2009

Asfixia

definitivamente, vos tenés un problema. pero, epa, no te pongas mal. yo también tengo un problema. VOS. no te tolero. no tolero a la gente incompetente, maleducada, papanatas e insolente como vos.

ignorante.

estúpida.

otro pedazo de mierda, mejor dicho.

¿y sabés por qué sos así?

porque tenés suerte. porque no encontraste a nadie que te ponga en tu lugar. pero, en tu caso, la suerte es como los males, no te va a durar cien años.

porque te encontraste conmigo. es más, te metiste conmigo.

por eso, vine a decirte que renuncio.

no me mires así. y no... no. no me salgas con el cuentito mediocre de que soy poco profesional y no te di, no sé cuántos días para que busques un reemplazo. ¿sabés por qué? no tenés tiempo. porque, viniendo para acá, pasé por la carnicería que está a dos cuadras de casa, ésa donde trabaja el carnicero que me quiere levantar. y lo endulcé, lo empalagué y ¿adiviná? me prestó un cuchillo, filoso y contundente, "para que lo use en casa"... y todo esto, porque ayer, querida, no tuviste suerte. porque buscando consuelo y olvido en una película justo enganché Sweeney Todd.

pero lo pensé bien. un cuchillo y vos cortada en varios pedazos sería mucho enchastre. mirá las alfombras, mirá las paredes blancas. no... no valés la pena. en serio, lo pensé mejor.

y me miré las manos. me gustan mis manos. me tiemblan bastante, pero me gustan. no son comunes, no son ni de hombre ni de mujer. tienen el color delicado de la piel de los gringos que heredé de mi ramal paterno, pero también tienen muchas cicatrices. me gustan las cicatrices. y también tiene fuerza. la fuerza acumulada de la impotencia y de la ira que me provocan tus desplantes de insulza, de ignorante, de caprichosa. y sí, voy a usar mis manos. para probarme a mí misma que lo que vengo advirtiéndoles a mis psicólogas, hace muuucho tiempo, eso de que siento que podría matar sólo con la fuerza de mis manos y el filo de mis uñas, es verdad. y las voy a usar en tu garganta. quiero ver cómo luce tu cara cuando queda violeta. quiro saber si podré apretarla tanto hasta hacer que te salga la lengua. quiero ver como ya no vas a tener el mismo rostro de huelemierda cuando se te dilaten los ojos.

¿qué pasa?

no pongas esa cara...

sí, sí... ya estaba en mis planes el hecho de que sos tan taradita que no observaste que tengo guantes, cuando afuera está tan cálido. pero, si hace que te sientas mejor, no esperaba que lo notes. porque, ¿quién se va a imaginar que te voy a arrebatar el poco aire que te sube al cerebro?

no... no te gastes en probar la puerta. la cerré y, si me mirás... bueno, no me vas a mirar porque estás gritando cómo una loca. pero acá tengo la llave, así que no la vas a poder abrir a menos que lo haga yo. y no lo voy a hacer...


no... no te resistas. va a ser más difícil para las dos. sí, te aseguro que esto me duele más a mí que a vos. aunque al decirte esto no pueda reprimirme esta carcajada de idiota. no me arañes... te advierto: sofocarte, ver cómo luchás deseperada por retener ese aire que cuando lo tenías lo usabas para humillar a las personas, me genera demasiada adrenalina. de todas formas, antes de que te abandonen los últimos hálitos de vida inservible que te quedan, cuando todavía sientas dolor, sí voy a usar el cuchillo para cortarte los dedos. porque quiero ver cómo te duele el doble, porque no te queda aire para gritar de dolor, ni fuerzas para evitar que te siga lastimando...

ah, mientras todavía podés prestarme atención y antes que lo olvide: ya envié mi telegrama.


y bueno...

lo hubieses pensado antes.

25 abr 2009

es burdo. es turbio. es oscuro.

trato de recordarlo cuando no lo tengo enfrente y su cara se me aparece como un agujero negro. un agujero por el cual, si meto la mano, puedo llegar hasta su alma. pero no me animo, porque su alma también es turbia.

es amarga.
es negra.
es áspera.
huele a desgracia.
y se oye como un lamento.

todo él es un círculo vicioso entre patético y terrible. puede comenzar, ominoso y terrible, desplazándose maliciosamente, mostrando todas sus cartas, las cuales despliega hábilmente sin importarle cómo ni con quién, siempre que pueda lograr su objetivo.

hasta que cae.

y cuando lo hace, decae. se vuelve confuso. pero porque uno no sabe si odiarlo, sentir lástima o tirarlo a la basura por ser tan fucking inservible. basura humana, para ser más precisos.

llora.
se retuerce.
corre de un lado a otro, sin saber adónde ir.
se ahoga en un vaso de agua.
jura.
miente.
y también, si puede, te aplasta.


hace todo, pero todo, para seguir siendo burdamente patético y humanamente inútil.

23 abr 2009

supongo que no queda más remedio que aceptar.

mientras, escucho un cd de los Red Hot Chili Peppers que salió a la venta cuando tenía 3 años, pero que en realidad me recuerda a la que era hace casi diez años. de alguna forma, ya no soy esa... para nada. y está bien, ¿no? se supone que así debería ser...

tengo en el bolsillo del alma una cantidad de personas que significan tanto pero que, por más que quiera, no puedo volver a tener.
tengo también, en el bolsillo de la conciencia, una sola alma, turbia y ruin, que me hizo retroceder hasta los confines más oscuros de mi deficiencia. un retroceso, lo llamé yo. un reaprendizaje, dijo alguien.

según dicen, es buenos aires, que no es como cualquier ciudad. las malas lenguas agregan que hasta puede tragarse a la gente.
y sí, buenos aires se está tragando gran parte de mí.
quedó un poquito en el subte donde el morocho de rastas me sacó una sonrisa desde el fondo de la garganta, donde estaba bien escondida, mientras bailaba y saltaba y se reía con los ojos cerrados como si nadie más lo estuviera viendo.
quedó otro poquito en la entrevistadora-psicóloga-hombroamigotemporal que abrió sus ojos celeste cielo y me dijo todo lo que necesitaba que me diga un completo extraño, en el momento en que mi cuerpo me estaba avisando a gritos que todo tiene un límite.
quedó un poco en la esquina de corrientes y julián álvarez, donde el universo me hizo un mimito a través de un deja vú cuando estaba dudando seriamente sobre si estaba parada en el lugar correcto.
quedó en la sala de casa discutiendo con una amiga que me mostraba que idealizar no está bien y que, hasta ella, puede tener pies de barro.

creo en las señales.
creo en las personas.
creo que no soy ordinaria y que me suceden cosas fuera de lo común por alguna razón.
y, te juro, que creo en mí misma.
solo que siento que mi cuerpo está acá, mientras me dejé olvidada a mi alma en algun lugar remoto, porque hay veces que no me escucho...

23 mar 2009

...tengo...


tengo un libro de palabras que no me animo a decirlas, pero que no las callo, sino que me limito a esconderlas en un torrente verborrágico, completamente desordenado y carente de sentido.

tengo un balde repleto de lágrimas, imposible de derramar, con la excusa de que existen cosas más importantes, como mi carrera y el trabajo que aún no consigo.

tengo un carretel de pensamientos hilados, que decidí no pensarlos, para pretender que los escondo bajo la música en volumen 18 que suena a través de mis auriculares.


tengo un boleto de colectivo sin retorno, que me lleva lejos de los brazos en los que quisiera quedarme pero que, paradójicamente, son los que hacen que más me aleje.

tengo un asiento 24 del lado de la ventanilla, con vista a las estrellas y a los tantos miedos que me atormentan en silencio.

tengo un rostro seguro y un caminar erguido, para esconder un par de ojos tristes y un cuerpecito que sólo quiere ser protegido.

tengo un abrazo fuerte y dos ojos de lluvia gigantes, que me piden que me quede porque la nostalgia es más fuerte.

tengo dos pares de oídos que fervientemente necesito que me escuchen, pero también tengo una billetera vacía y la puta economía como factor limitante.

tengo una película estrenada en el momento justo, vista con la persona justa y una situación correctamente descripta como so meant to be en un calendario colgado en la puerta de un ropero rosa.

tengo una cama deshecha, una foto con un rostro que no es el mío y una voz haciendo realidad mis más terribles presentimientos.

tengo una foto, una mano y un cuello, y una sonrisa que quisiera olvidar.


tengo una computadora portátil, en medio de un colectivo en el medio de la nada, que guarda, salva y comprende sin preguntar las incongruencias que no me dejan domir.


y, finalmente, me tengo a mí

imperfecta,

ciclotímica,´

verborrágica,

impulsiva,

tan yo,

tan simple,

como el hecho de que, por tener tantas cosas, en realidad, no tengo nada.

7 mar 2009

entendiendo

usaste la palabra Dios, y tan sólo ese simple y monocorde sonido me hizo pensar en lo poco que te conozco; la nada en que se convierte todo cuando intento pensar en tu alma, en lo que tenés adentro, en lo que pensás, en lo que sentís...en fin, en lo que sos vos.

y es justamente dios, y nadie ni nada más, el que está en medio de todo esto. ya no se trata del universo. es simplemente ÉL queriendo que, finalmente, hoy a 1000 kilómetros (no a 8000, ni a 350, ni a 10 cuadras) entienda que hay cosas que simplemente son así. no requieren explicaciones larguísimas, ni demostraciones físicas; simplemente son, porque son. y se aparecen en nuestras vidas porque necesitamos comenzar por no entenderlas, querer desmenuzarlas (qué más que un sol como el tuyo para hacerme entender eso), despedazarlas, desarmarlas, para volver a ponerlas en el mismo lugar, aunque sigamos sin comprender. y eventualmente, cuando nos resignamos, cuando nos damos por vencidos o, mejor, comenzamos a ACEPTAR que tal vez sean así porque todo en esta vida tiene derecho a ser como puede o como le sale, entendemos.

pero quiero que le prestes atención al término. entendemos. ¿entendés?

hoy entiendo.

hoy te entiendo.

que sos así porque no te sale ser de otra manera.

que tal vez mi presencia en tu vida ha sido tan desconcertante como lo fue la tuya en la mía.

que después de pelear y pelear con vos mismo, conmigo, con el mundo, hoy estamos acá.

que el universo del amor y de los enamorados, es tan vasto y versátil, que los cuentos de hadas y las novelas de los libros hoy me parecen meros mitos.

que no importa cuánto tiempo pase, siempre, siempre, te voy a llorar.

pero hoy ya no es el llano de la pena, o de la desdicha; es el llanto del que entiende que se puede querer de la manera que a uno le salga. que querer es querer, porque es querer.

y que te quiero.

no por cómo me hacés el amor.

no por cómo me besás.

no por cómo me sonreís.

no por cómo me mirás.

no porque quiera que me quieras.

sino porque sos vos.

















"Escucha una cosa,
que te voy a decir,
aunque te duela el alma,
como me duele a mí,
podría engañarte,
si me diera mentir,
el caso es que
no puedo enamorarme de ti..."

*Joaquín Sabina

2 mar 2009

universo, galaxia y algo más...

hoy, no sé lo que tu sol le causa a mi sol.
no sé si es tu luna, o es mi venus.
en fin, no sé, en general, lo que todo tu sistema le causa al mío.
es sólo que, aún estando lejos, salgo al mundo a provocar lo que vos provocás en mí.

te miro desde lejos, pero muy, muy de lejos,
y soy conciente del trabajo fino que tuve que hacer para que te abras.
ayer, lo que no era nada más que una pared que no me dejaba llegar, hoy parece haberse transformado en muchas pequeñas cosas que nos acercan poco a poco.
como si tu marte y mi venus se hubieran alineado, en una vil artimaña para provocar nuestra perdición.

y te tengo enfrente, sintiendo el sabor de lo prohibido en la boca.
preguntandome si quisieras probar mi boca de venus, o si es sólo una ilusión en mi cabeza en la que secretamente tengo la esperanza que de tanto pensarla se convertirá en realidad.
jugueteando con la dulce idea de que, mercurianamente, tal vez ya te diste cuenta de que yo sí quiero probar, y con cuántas ansias.

probar tu boca plutoniana, silenciar tu voz solar, recorriendo con mi boca de júpiter hasta los más misteriosos recobecos;
mientras libero mis manos de esta cárcel saturniana;
causando que vos liberes así las tuyas y las permitas recorrerme de punta a cabo sin el más mínimo residuo lunar.

a la vez que siento tu aliento de marte, susurrándome mercurios al oído, diciéndome todo lo que te gusta, todo lo que me gusta, todo lo que nos gusta...

y sentir también tu piel contra la mía,
acompañada del roce que pide por más...

pero cuando abro los ojos,
sólo escucho las palabras que me dejan atónita,
reprimiéndome para no constestarte,
y sólo lanzar una sonrisa retórica,
porque mi respuesta nos podría traer problemas a los dos;
sólo veo las miradas,
con la sonrisa semiescondida,
como diciéndome que sí entendiste por qué te miré así
y adónde iban mis palabras...





todo mi venus,
todo tu mercurio,
todo mi saturno,
todo tu plutón,
...todo nuestro universo...

28 feb 2009

¿Sara?

me llamo sara y estoy loca.
¿cómo lo sé?
simplemente lo siento... cuando camino, cuando respiro...
a veces río en momentos que no debo, no sé, me causan gracias cosas inesperadas.
otras me acuesto a dormir, pero cuando despierto estoy en medio de la calle, corriendo sin rumbo.
también me pasa que amo y odio al mismo tiempo.
soy ciclotímica, bipolar, cambiante...
pero a la vez soy tierna, enamoradiza, y bondadosa...
hasta que me vuelvo violenta, malhumorada y esquizofrénica...

estoy enamorada. su nombre es victor. y vive en el edificio de al lado.
trabaja en una oficina, estoy segura, porque cuando lo veo pasar, siempre va de traje.
no me mira, pero sólo es una táctica: quiere lograr que cada día lo quiera más y más, lo ansíe más y más, lo anhele más y más, lo extrañe más y más...
hasta creería que no sabe que soy yo quien lo quiere más y más, quien lo ansía más y más, quien lo anhela más y más, quien lo extraña más y más...
a veces creo que realmente quiere saber mi nombre, porque cuando camino detrás de él mira hacia atrás varias veces.

bueno, no, no veo gente muerta...
pero, si sirve de algo, veo mucha gente viva que me gustaría ver muerta.
no me he peinado en varias semanas, y creo que me vendría bien tomar un baño.
mi madre dice que soy una vergüenza para la familia.
no sé, yo no siento vergüenza, yo siento...


siento...


yo...


creo que voy a vomitar...










no pregunten...